No te conozco, pero aquí estás, sentado justo en frente de mi, escuchando alguna canción por tus auriculares y sonriendole a la patalla del móvil de vez en cuando, supongo que no tendrás coche, no estarías aquí, en un bus a ninguna parte. Estoi segura que no trabajas, pero estudias como un loco, y por lo que veo te encantan las letras, llevas tres libros en tu cartera, y uno en la mano, me pregunto cual será tu autor favorito, si leeras hasta altas horas de la noche o durante todo el dia, quizá tu libro favorito tambien sea el mío. Imagino que eres madrugador, tienes unas ojeras preciosas, por cierto, tu sonrisa tambien me encanta, la sacas a pasear cada vez que ese móvil tuyo tan ruidoso suena, estarás enamorado extraño?, me encantaría saber cuantas vezes te han roto el corazón y porqué, cuantas vezes te has reconstruido, cuantos rasguños tienes de la última vez. Escribiras? Espero que sí, no puedo enamorarme de alguien que no lo haga, te imagino toda una persona triste, atormentado por una musa que no le deja dormir, creando algunos versos, que después leere y le enseñaré a mi mejor amiga para que se enamore también de tu dolor. Te gustara mas la playa, o serás de campo, de montaña o de visitar pueblos perdidos por todo el mundo, me gusta imaginar que te gusta la lluvia, que cuando llueve te pones nostálgico, miras por la ventana y si llegaras a conocerme, extraño, te acordarias de mi, de como me gusta bailar y bailar contigo. Me pregunto si tendrás los ojos verdes como mi esperanza o negros como el carbón, no he podido fijarme bien, que mala suerte extraño, ahora no podré escribir sobre el brillo o lo que me cuentan esos ojos tan bonitos, me he dado cuenta que tienes barba de tres dias y que te crece desde el cuello y en todas direcciones, necessitas a alguien que te enseñe a afeitarte bien, que locura esto, ahora que lo pienso, yo sonriendo porque me has dado un motivo para escribir, y tu sonriendo por algo que te han escrito, ironías de la vida, quizá algun dia te vuelva a encontrar, en un bar por la ciudad, en una playa, en un pueblo escondido del mundo, quizá te encuentre de la mano de tu musa, esa que no te deja dormir, o sólo y con mi libro favorito en la mano. Quizá me veas en alguna cafetería, tomando mi café de cada mañana y pienses, "no te conozco extraña, pero aqui estas, justo enfrente de mi".
No hay comentarios:
Publicar un comentario