sábado, 16 de enero de 2016

Mañana últimamente suena a todos los dias.

Esta mirando fijamente a sus manos, el esmalte esta desgastado, ya no queda rastro de lo que era su manicura, el tiempo a borrado ese pequeño detalle. "Mañana me las arreglo" piensa, pero mañana últimamente son todos los días. Tiene unas manos frías, de esas que cuando las tocas no puedes evitar temblar, te erizan la piel y te dejan un poco de frío en el interior. Se enamora de los corazones rotos, de esos ojos precipicio que en vez de salvar, matan. Tiene debilidad por las personas kamikaze, las que superan el límite de velocidad de un corazón cardíaco. Quiere la sonrisa rota de una persona que ha sufrido por amor, la poesía que viene con ella, la melodia que suena cuando, sola en casa, con una docena de helado de sabores diferentes, recuerda los días  buenos, los días que el sostener la mano de otra persona triste era lo unico que necesitaba, el sonido de su risa era su oportunidad para respirar y el toque de su piel fría, era vivir al límite de unas posibilidades, que se rompieron con el paso del tiempo, como esa manicura programada para ser arreglada mañana, como sus manos frías erizando la piel de alguien distinto cada noche, igual que la poesía que forma con los versos de esas noches, cuando necessita mucho helado y volver a los dias buenos. Adicta a una vida brutal de realidad, donde en el bar de la esquina suena su canción favorita, allí, bailan todas esas personas rompe-corazones y de fondo se escucha su risa, la risa de ese que te asegura que mañana acaba el invierno, que tus manos ya no estaran tan frías .Te jura que vendrán  dias buenos. Y sonríes, con esa sonrisa rota tan bonita.

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