Desde aqui, puedo ver el mar, recostada en una cama con olor a ti. Estas tan callado al otro lado de la habitación, las olas rompen una y otra vez contra la orilla de una playa que ha visto mas poesía de la que yo o cualquiera podria imaginar. Siges mirando mas allá de mi. Ninguno ha dicho nada desde que llegamos, tu estas callado y yo memorizando cada pequeño detalle tuyo, la curva de tu cuello, tus labios entreabiertos, la forma en la que el viento hace parecer salvaje tu pelo, tus brazos, tus manos, un poco a poco que hace todo de ti. Si te paras a escuchar, el latido de mi corazón solo hace que acelerarse cuando tomas tu siguiente respiración , y que voy a hacerle, la espera mata cuando no sabes que decir. Estoi a tan pocos centímetros de tu cuerpo y a tanta distancia de ti, que ya siento el tintineo de lo cristales mientras bailo en una cama que ya no pertenece a nadie. Y cuando te miro, cuando te miro veo a un niño con ganas de guardarse el mundo en el bolsillo de sus vaqueros favoritos, con un cigarro en la mano izquierda, la mania de recolocarse el pelo con la derecha y esa media sonrisa. Seguimos callados, las olas no paran de romper en la orilla de una playa, que nos ha visto bailar con tanta prisa, que no nos dimos cuenta que el suelo, estaba lleno de cristales que ya no nos reflejaban juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario