domingo, 28 de febrero de 2016

Pobre Camarero

Pagas por tu café del día a ese camarero que no ha dejado de giñarte el ojo desde que entraste a la cafetería, sin saber que tú, ya tiemblas por otra mirada, que no sabe que llevas más de tres días  buscando emborracharte de unos labios que no escriban poemas sobre lo corta que llevas tu falda o como haces música  cuando caminas por las calles que te han visto llorar a unas manos, que ya no  quieren tocarte. Tampoco sabe que llavas sus palabras guardadas en el bolsillo pequeño de tu bolso y son tu salvavidas. Pobre camarero, se ha enamorado de unos ojos sin brillo, de una musa sin puta idea de poesía. Que dice quererte, por que no sabe que eres desastre, que eres adicta a la soledad, y que escribes para olvidar su nombre, no el del camarero, el piensa que tiene suerte al encontrarte, pero tu eres de las que piensa que la suerte solo vive en los trevoles de cuatro hojas y hace tiempo que nadie te regala uno. Querido camarero que me guiña un ojo cada vez que le pido un café, a mi me gusta tomarlo solo y sin compañia, leyendo quizás, un poema que me haya dedicado él y con la sensación de un insignificante escalofrio que me bese por la espalda. Pobre camarero, no sabe que se ha enamorado de un corazón roto.

jueves, 25 de febrero de 2016

Posibles

Hoy cumple años mi niña interior, ya son cinco y dice que quiere globos y un pastel de chocolate, me ha dicho que invite al chico que tanto le gusta y tantos insomnios le ha dado. Quiere decirle que gracias a él hoy escribe como lo hace, que sabe que un corazón roto no se cura nunca del todo y a aprendido a jugar con la ignorancia del que no quiere saber nada de ti. También quiere enseñarle todos sus rotos y la locura que lleva dentro, decirle que ya no se enamora, que siempre lleva un cartel de precaución  porque quien juega con mi niña interior acaba perdiendo. En su fiesta quiere que suene la música a todo volumen y molestar a sus vecinos, que dice ella que bastante gritan ellos cuando discuten de porque ya no se quieren, quiere margaritas y que en todas tenga la posibilidad de elegir que sí, que son posibles, ella y sus imposibles. Mi niña interior quiere un jugete con sus ojos y que le haga temblar, que no se asuste si se le escapa un te quiero y no salga corriendo cuando tenga sus dias tristes, quiere que le regalen un arcoiris con sus colores favoritos y más días de lluvia. No le gusta pedir mucho, pero quiere que el silencio no sea tan ruidoso y deje de gritar su nombre. Hoy mi niña interior cumple cinco años quiere una fiesta a lo grande, que venga él y le regale todas las margaritas que digan que sí, que son posibles.

domingo, 14 de febrero de 2016

No es Febrero ni 14

Y me sonríe, con esa sonrisa que mata a los días grises, que da luz a momentos dónde no sabes si saltar al precipicio y caer al vacio. Y su risa? Alguna vez habreis escuchado cosa más bonita? De vez en cuando y sin que él lo sepa la pongo en modo repetición y me tranquiliza. Me mira, con esos ojos capazes de para el tiempo y hacerme temblar, me mira con un brillo distinto en su mirada que promete un presente largo acompañado de un increíble futuro. Tiene trescientos sesenta i cinco dias para decirme te quiero y me lo escribe en cada pétalo de las margaritas que me regala para que nunca me salga que no, que no hay opción para el olvido, porque cuando se trata de él, el recuerdo es lo único que me queda. Que me vuelve loca su manía de cantarme canciones para dormir, de regalarme sonrisas en mis dias tristes, de comprarme todas las caricias que le pido. Porque es poesía en cada uno de mis versos y no se da cuenta de que cada día que pasa, me salva un poco más. Que no le hace falta un día para demostrarme que juntos somos mas fuertes, que si el insomnio se presenta y viene acompañado de la cordura gritamos bien fuerte para que se vayan. Me produce las arritmias con las que bailamos cogidos de las manos y me promete que la rutina se asusta cuando se trata de nosotros. No cree en los para siempre, pero dice que tiene cierta tendencia por los pequeños infinitos que formamos cada dia, asi que no me promete amor eterno pero jura que ninguno me va a querer como él. Hoy me ha regalado margaritas en vez de rosas y me ha sacado a bailar mi canción favorita, aquí, donde reside un nosotros, no es febrero ni catorze, pero eh, felíz san valentín.

miércoles, 10 de febrero de 2016

¿lo intentamos?

Ya no quieres bailar, llevas dias encerrado en tu habitación, escribiendo sobre corazones rotos, sobre unos ojos mas oscuros que el café, sobre una sonrisa rota. Me pregunto porque ya no escuchas baladas de los años ochenta y ahora prefieres la música de estudio, esas que todos bailan en las discotecas. Me gustabas por ser diferente, por regalarme margaritas en vez de rosas por San Valentín, por hacerme reir cuando nadie mas podia, pero ahora no se quien eres y no creo que ni tu lo sepas, ya no bailas ni sales a correr por las mañanas, ahora tomas café solo y prefieres hacerlo sin compañia. Te has hecho adicto a los dias con lluvia y te has perdido lo bonito de un cielo completamente azul. Sigues escribiendo sobre personas tristes, sobre toda una gama de grises, a eso le llamas ahora color?, escribes sobre ruinas y desastres. Ya no eres salida de emergencia ni para ti mismo y creo que eso es bastante triste, ahora solo te identificas con las canciones que duelen, con esas letras que te llegan aunque no las entiendas. Me pregunto que te habra pasado para perder esa sonrisa de niño, para seguir encerrado entre cuatro paredes que estan cansadas de escucharte gritar al insomnio que se vaya. Y se que lo intentas, que sales de vez en cuando, que sales de madrugada e intentas correr y escapar un rato de la rutina, que te pones los discos mas viejos que puedes encontrar por casa, que intentad reflejar  tu sonrisa con la mia. Tranquilo, yo tampoco he aprendido a perdonarme, y mira que tambien lo intento.

viernes, 5 de febrero de 2016

Detalles

Desde donde estoy, escucho a mi hermano hablar con un amigo para quedar y tomar un café sobre las cinco de la tarde, los vecinos llevan horas discutiendo porque dicen que ya no es lo mismo, que el amor, a terminado. Se escucha el llanto de un niño desde mi ventana, su madre, le canta una nana para que se tranquilize, una pareja se besa en el portal de enfrente y se prometen llamarse mas tarde. Desde donde estoy, te escucho tiritar de frio, veo en tus ojos un corazón roto, y esque tienes las ojeras mas bonitas que he visto mientras te escucho embobada recitandome un poema. Que no es para mí, que no lo has escrito pensando en mis labios ni en lo bien que bailo, que es para alguna chica con suerte que te ha roto el corazón, que te ha dejado hablando solo con el insomnio y con la imagen de sus medias rotas en el suelo de tu habitación. Desde donde estoy, noto que el frío no llega, que la chica con la que sueñas tiene nombre de flor, que mis margaritas tienen tendencia a decirme que no.  Sé que mi primer amor se fue en busca de unos ojos verdes, que tú le sigues escribiendo a ella, que el silencio sigue gritando su nombre, que mis vecinos ya no discuten, que aquel niño,  ya no llora.

Complejo de Heroína.

Cierra los ojos cariño, voy a contarte una historia. Cuándo era pequeña soñaba con ser famosa, artista, que todo el mundo me conociera, veía la vida llena de todos mis colores favoritos, siempre salía el sol, bailaba con mis peluches al compás de alguna canción para niños. Me rompieron el corazón una vez, sonó como si muchos cristales se hubiesen caído al suelo y alguien los pisara, muchas vezes. Aprendí a verme reflejada en ellos, limpié  el suelo y esperé a qué con un poco de pegamento y bastantes tiritas volviera a arreglarse, no era muy manitas. Me hice adicta a varias personas tristes, me creia una de esas heroínas que salvan el mundo en los libros del cole, queria reparar los corazones de personas que salian los domingos por la noche a beber como queriendo encontrar alguna respuesta en el fondo de su copa. Creo que la segunda vez que me rompieron el corazón  dolió  menos, me hice amiga del insomnio, empeze a escribir, esta vez no sonaron cristales, ahora parecia como si alguien hubiese dado un golpe muy fuerte a algo hueco, hubo un bonito silencio. Busqué chicos locos, con tendencia a no enamorarse y adictos a una vida no apta para cardíacos. La vida ya no dibujaba con mis colores favoritos, me empezó a gustar de más la lluvia, seguía con mi complejo de heroína. Supongo que algunas cosas nunca cambian, pero cariño, ya nadie baila.

lunes, 1 de febrero de 2016

Lejos

Hoy, he escuchado tu nombre por primera vez en diez días, una madre en el parque le gritaba a su hijo que no se fuera muy lejos, ese pequeño tenía el mismo nombre que tú. Sonreía con dulzura y en sus ojos se veía una pizca de picardía, era bastante travieso. Recordé el día en el que salimos a por unas copas y me dijiste que no me separara de tu lado, que las calles estaban muy peligrosas estos días, bonito complejo de héroe. Bailamos como tres o cuatro canciones sin descanso, entre tanto una cerveza, un beso en la comisura de sus labios, unas risas en la zona mas oscura del bar.  Lejos, en ese momento, parecía una palabra prohibida en nuestro diccionario, ese niño con tu nombre me recordó que si haces caso a la persona que quieres, te quedas para siempre a su lado. Supongo que eramos mas traviesos, mas locos, ingenuos pensando que lejos era un lugar para los cuentos. La última en mi casa, dijiste, la letra de aquella cancion que sonaba por los altavozes, decía algo como que no hay valientes en el amor, cuando se trata de querer, siempre somos algo cobardes, la tararee hasta la mañana siguiente, cuando llegué a casa, ya era febrero, hacía más frío. Llegó a irse lejos, no volví a saber nada de él hasta que escuché el nombre de aquel niño.