Dejarse llevar suena mejor después de la primera oportunidad, cuando el amor es nuevo y huele a para siempre, cuando no te han roto el corazón ni se han equivocado de piernas después de una borrachera. Dejarse llevar sonaría mejor si todo dependiese un poco menos de nosotros mismos.
Me ha pedido que sonría de nuevo, como antes. Coger un tren a ninguna parte. Ser felices. Tambien me ha dicho que ayer salió y que se puso etílico, me recitó el nombre de tres chicas al azar, Maria tenia una sonrisa de ganadora pero no olía como yo, Carolina tenia piernas kilometricas pero no hacían juego con mi risa, y una chica cin el nombre de Alicia le dio un consejo. "Ponte los pantalones de chico grande, conquista su mundo".
Me acuerdo cuando esas mismas palabras salían de mi boca y se las regalaba a mi camarero, esa chica Alicia, es una chica con suerte. Ahora Hector esta en la cama después de su segundo viaje al baño, de vez en cuando lo miro y sonríe, como si supiera que lo estoy vigilando.
Tengo miedo sabeis? Miedo a que esto se convierta en vicio y no en realidad, en esa historia que le cuente a mis nietos y que no puedan seguir de ejemplo. Ha aparecido etílico, con una promesa de hacerme feliz y una historia con tres chicas de protagonistas y yo, he querido darle un beso y escaparme con él.
Dejarse llevar suena mejor cuando la persona que te quiere no baila con otras piernas, cuando tú, no tienes miedo, cuando te dicen que sonrias y sonríes. Hector me ha pedido que sonría de nuevo, como antes, ser felices. Dejarse llevar con él nunca me a sonado tan bien. Y qué bonito.
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