miércoles, 29 de junio de 2016

Claudia y Hector 'no podrán'

Claro que habrá más. Siempre hay más. Llegarán y se irán como hizo ella. Pero ninguna será ella.

Hector lleva dias sin saber nada de Claudia, piensa que estubo mal sobrepasar los límites, haber ido mas despacio, no asaltarse a truco o beso. Pero ellos no son así, llevan la locura por bandera, arriesgarse como religion, sobreviven a base de errores y para error ellos.

Digamos que hubo un tiempo donde Hector se sabía cada milímetro de Claudia, la otra noche, descubrió nuevos rincones, ahora su ex lleva un corazon roto tatuado en la nuca y la palabra "primera vez" en sus costillas, tiene cosquillas, ha descubierto que ahora Claudia tiene cosquillas detrás de las rodillas y en los antebrazos, que ahora lo prefiere rápido y sin sentimientos, que ya no grita ningún nombre por miedo a equivocarse.

Supongamos que Hector le tiene miedo al cambio, a no reconocerla cuando vaya borracho, pero vamos, como va a olvidar sus piernas? Pues digamos que una vez lo hizo y desde entonces tiene miedo.

Ahora supongamos que Claudia tiene miedo, su ex no ha dejado de llamarla y tiene miedo de contestar y que su piel no se erize cuando escuche su voz. Hubo un tiempo en el que Claudia conocía cada milímetro de Hector, la otra noche, descubrió nuevos rincones. Ahora a Hector le gusta suave y que le susurren su nombre, matiene la obsesión por sus piernas pero ha dejado de tocarlas, ahora muerde y araña y tiene dos tatuajes nuevos, uno en el tobillo con su inicial y otro en la columna y escrito en cursiba "amor a primera vista".

Digamos que Hector no ha dejado de llamarla y Claudia no ha podido contestar, y todo por el miedo, al cambio, a no reconocerse, a una segunda oportunidad.

Claro que habrá más. Siempre hay más. Llegarán y se irán como hizo él. Pero ninguno será él.

martes, 28 de junio de 2016

Sofia y Carlos 'amor del bueno'

Tenemos dos opuestos exactamente iguales, un corazon roto y otro con una barrera, la mirada de un niño pequeño y la sonrisa de una niña traviesa. El amor y la locura de ambos.

Sofia esta en casa de un Hector distante, ha llegado tarde a su cita y han decidido quedarse en su apartamento. Ya no es como al principio, no rien, apenas se miran y nisiquera se han besado. El teléfono de Sofia suena dos vezes, deja que salte el contestador, mira a Hector y le sonríe, se acerca y lo besa.

Digamos que Hector se deja besar por Sofia, todavía está asustado por todo lo que ha pasado con Claudia, la quiere, pero tiene miedo de volver a caer, de volverse adicto. Se deja besar por Sofia y sige poniéndole los ojos y piernas de su ex, se va a volver loco un día de estos piensa, y se ríe, loco ya esta.

Sofia lo intenta, pero el teléfono no para de sonar, tres mensajes y cuatro llamadas perdidas todas de Carlos. Vuelve a llamar. Digamos que esta vez responde.

-Donde estas? Sigues escapandote de mi preciosa, me he desperdo sólo esta mañana. Sofia mira a Hector, esta bastante distraído con el móvil y siente que lo a perdido.

-Estoy visitando a un amigo, tenía que aclarar unas cosas. Sofia no miente del todo, le dice que después se ven y lo cuelga.

Supongamos que Hector esta distraido con el teléfono, Claudia no le contesta las llamadas y esta perdiendo la cabeza. No escucha cuando Sofia le confiesa que lo suyo no funciona, que necessita irse y aclararse. Hector la entiende y le desea que todo le vaya bien.

Carlos se ha despertado sólo y echando de menos la sonrisa de esa niña loca que le tiene robado el corazón. La ha llamado cuatro vezes y cuando ha contestado le ha prometido verse mas tarde. Digamos que Carlos esta preparando el desayuno cuando Sofia estra por la puerta, le sonríe y le pregunta como le ha ido con su amigo. Ella le contesta que cree que en un tiempo volverán a estar bien.

-Sonríe sólo para mi preciosa, no necessito nada mas. Un Carlos muy seguro le promete amor del bueno, ese que te vuela la cabeza y te vuelve loca. Sofia se lo cree, otra vez, y como una tonta le vuelve a sonreír, sólo a él.

Supongamos que después de una noche bailando en una cama de noventa, Carlos está cansado, esta vez, es ella la que le pide que sonría, solo a ella, le promete amor del bueno, de ese que te vuela la cabeza y te vuelve loco, que la crea cuando le diga que no se va a escapar. Carlos sonríe.

Cuando dos opuestos exactamemte iguales se cruzan, el amor nace y crea a un niño pequeño con un corazón y una armadura y a una niña traviesa con el corazón roto. Se crea amor del bueno, ese que te vuela la cabeza y nos vuelve locos.

domingo, 26 de junio de 2016

Alicia y Mario (conquistando el mundo)

A veces cuando queremos conquistar a alguien, enamorarlo, tenemos que empezar por conquistar su mundo.

Mario se ha despertado esta mañana en la cama de Claudia, tenia una resaca imposible, las ideas claras y cuando a cogido la puerta y se ha ido todavía se tambaleaba.

Alicia se ha despertado en su cama y sola, estaba preocupada por un Mario bastante borracho y roto, tenia las ideas claras, un maldito dolor de cabeza y cuando se ha mirado en el espejo a visto un corazón en reconstrucción.

Digamos que Mario coge el coche a eso de las nueve de la noche y se dirije a casa de su mejor amiga. Alicia lo abre con una sonrisa y dos besos. Se miran y se ven, ahí  parados se reconocen, dos corazones en plena reconstrucción, y sonríen, se guardan el secreto y no dejan que el mundo lo sepa, estan enamorados.

Supongamos que a eso de las dos y media de la madrugada Mario llama a Claudia.

-Morena, he conquistado el mundo, su sonrisa y a ella, ahora está en la ducha, quizá vaya a reconquistarla. Claudia sonríe al teléfono y cuelga.

Supongamos que Alicia sigue despierta, no a podido con el insomnio, pero ahora esta en su cama y con Mario durmiendo al lado, sonríe, no lo ha dejado de hacer desde que se ha presentado en la puerta de su casa con una sonrisa y los pantalones puestos.

Quizas hoy Alicia no pueda dormir, pero esta felíz, ellos han conquistado el mundo.

viernes, 24 de junio de 2016

Claudia y Hector &Siempre Volvemos&

Volvemos una y otra vez a esas cosas que un día nos hicieron daño pero también  increíblemente felices.

Son las dos o dos y media de la mañana y Hector recibe un mensaje de Sofia, "esta noche no voi a estar en casa", le responde con un simple "yo tampoco", porque es cierto, no va a estar en casa.

Hector lleva mas de tres cervezas y empieza a notar un mareo, no ha dejado de mirar a su ex, no ha parado de preguntarse porque las cosas salieron tan jodidamente mal, entonces el móvil de Claudia suena y ella sonríe a la pantalla, pregunta como ha ido la conquista del mundo y Hector se pregunta quien estara al otro lado de la línea. Claudia se rie y cuelga el teléfono.

-Quien era? Parecias muy cercanos. Un Hector muy celoso enfrenta a Claudia en la cerveceria que los vio existir. Se han pasado de copas, Hector quiere llevarla a casa y hacerla suya. Pero entonces suena su maldito teléfono, ella se rie y no es gracias a él.

-Un amigo, quiere conquistar a una chica y esta mañana le he dicho que empieze por conquistar el mundo. Claudia sonríe.

Digamos que Hector no aguanta más, sale de la mano de Claudia hacia el centro de Barcelona y la lleva a su casa, se acerca con cuidado y le da dos besos como despedida. Ha pasado un tiempo de lo suyo piensa, y todavia sige siendo su punto más débil.

Claudia no quiere que la noche acabe, se ha quedado decepcionada, dos besos como despedida? desde cuando las cosas acaban así?, Claudia le invita a subir y Hector le responde que no, tiene miedo de pasarse de sus límites, Claudia le responde que esta noche los límites se ven bastante borrosos, Hector le sonríe y suben. Sabes lo que viene ahora no? Imaginate el resto.

Digamos que son las diez de la mañana y Hector ya está despierto, se levanta con cuidado, ayer por la noche olvidó hasta su nombre, volvió a sentir y eso lo tiene jodidamente asustado.

Supongamos que Claudia se despierta a eso de las once y media, sola y sin arrepentimientos, ayer hizo lo que sentía, lo volvería a hacer si no se hubiese despertado en una cama vacía. En el comedor, hay una nota y a Claudia le entra el pánico, sabe lo que sige.

"Siempre volvemos una y otra vez a las cosas que mas daño nos hacen, pero que tan increíblemente felices nos hicieron"

Claudia sonríe.

miércoles, 22 de junio de 2016

Sofia

La música alta, tu voz, a dos milímetros de mi oído, me susurras que hoy estoi muy guapa, que me queda mejor el pelo recogido, yo, como tonta sonrio, te vuelvo a creer.

Digamos que Sofia ya no cree en el amor, hace un año le rompieron el corazón y desde entonces esta en rehabilitación. Tiene veintitres años y una carrera de estilsta, ahora esta conociendo a un chico que la llama por el nombre de otra,  no lo culpa, ella se imagina otros ojos cuando mira a los suyos.

Digamos que Sofia sige en contacto con su ex, ese que le rompio el corazón, no puede evitarlo. Va a rehabilitación por una cosa, es adicta a él.

Supongamos que Sofia esta de bajón y hoy solo quiere bailar. Se pasea por todos los garitos abiertos de Barcelona y termina en un bar al lado de la playa, la música muy alta, el alchol corre por cada esquina, la gente se besuquea, dos o tres se han acercado y le han pedido el número de teléfono. A los tres les ha dicho que no.

Digamos que este es Carlos, el ex de Sofia, supongamos que por casualidades de la vida, Carlos entra en el mismo bar donde Sofia se esta tomando el sexto cubata, la ve, cómo no verla piensa, el mismo corte de pelo, la sonrisa de niña pequeña, una falda demasiado corta y la inocencia perdida, Carlos se dirije a la chica que un dia le robó  el corazón, esta nervioso, no os penseis que ese aire de seguridad es real, está  tiritando por dentro.

-Cada día estas mas guapa. Sofia se gira al escuchar la voz del que un día le gritaba te quieros hasta quedarse afónico. No ha cambiado, mismo corte de pelo, la sonrisa de niño pequeño, la inocencia perdida, Sofia está mirando al chico que un día le robó el corazón.

-Parece que nunca pasa demasiado tiempo, estás igual. Carlos le sonrie, se acerca y le da dos besos, demasiados piensa, con uno seria suficiente, en la boca preferiblemente.

Digamos que son las tres de la mañana, Sofia no se mantiene en pie, entre las dos y dos y media le ha mandado un mensaje a Hector diciendole que esta noche no iva a estar en casa, él ha respondido con un "yo tampoco". Carlos ha estado toda la noche mirando a esa chica con la sonrisa de niña, tan loca piensa.

Son las cuatro de la mañama y Carlos va pasado, le recoge el pelo a Sofia y le dice que así está mejor, que está mas guapa. A tan solo dos milimetros Carlos le susurra que no ha dejado de pensar en ella, Sofia sonrie y como una tonta se lo cree.

Es por la mañana y me despierto antes que él, sige dormido, en mi cama, recuerdo pocas cosas, sé que nos besamos, que me llevó en barazos a casa, despues me susurró  que me queria y que estaba mas guapa cuando le sonreia sólo a él , yo, como una tonta le sigo creyendo.

martes, 21 de junio de 2016

Claudia Y Hector (una y otra vez)

Cuando revives una historia una y otra vez, y una y otra vez, te invade un tipo de sensación, te puede gustar o no, depende de la historia, dejavu lo llaman.

Claudia ha quedado con su ex, lleva tres tilas desde que se ha despertado, Mario sige durmiendo la mona en su cama, desde la declaración de ayer, y sacando a colación  el nombre de Alicia, no cree, que dos partes rotas puedan arreglarse.

-Vamos dormilón, tengo que irme, despierta, ponte los pantalones de chico grande y sal a conquistar el mundo o a esa chica, Alicia? Es un nombre muy bonito. Mario gruñe y se levanta de mala gana, toma el café que ha preparado Claudia y media hora después sale por la puerta, si os digo la verdad, todavía iva un poco borracho.

Claudia se arregla demasiado, nada le convence, necessita estar perfecta o almenos intentarlo. Son las seis de la tarde y conduce hasta una cerveceria del centro. Demasiados recuerdos, piensa. Todo comenzó con una cerveza. Sonríe ante el recuerdo mientras su ex entra por la puerta.

Digamos que Hector esta demasiado nervioso, no ha parado de fumar en toda la mañana y todavía no ha llamado a Sofia.

-Bueno hola. Claudia se ha quedado sin plabras, después de tanto tiempo, se ha dado cuenta que no ha dejado de fumar, que sigue con la misma colonia y esa manía  de giñar un ojo cuando saluda. Hector le devuelve el saludo y piden dos cervezas.

Digamos que hace cuatro años Claudia y Hector se conocieron en esta misma cervezeria, ella llevaba ya unas copas de más y le invitó a la última, rieron durante toda la tarde y sellaron la noche con besos de más. Supongamos que fue amor a primera vista, que vivieron rápido y sin arrepentimientos, que pelearon como casados, que los celos de Hector consumieron a Claudia, que mostraron su amor a cualquiera que preguntara. Digamos que todos los rincones del mundo reconocieron sus cuerpos y gritaron sus nombres, que la posesibidad de Claudia aburrió a Hector, que con la primera crisis Hector se equívoco de piernas y susurró otro nombre, que en la quinta crisis Claudia se fijó en un camarero y le pidió un tiempo a Hector. Digamos que desde entonces no se han visto, que han estado locos el uno por el otro, digamos que se hacian daño.

Supongamos que hoy han pasado cuatro años y seis dias, que están en la misma cervecería donde un día se enamoraron. Claudia no va borracha, Hector fuma y no se plantean invitarse a la última. Sigen locos, el uno por el otro y un poco ellos mismos, Claudia sonríe, su ex no ha dejado de mirarla.

Estamos bien piensan, podriamos empezar de nuevo piensan, pero Hector tiene a Sofia y Claudia temas pendientes con su camarero, estan aqui, en el mismo lugar que los vio existir y sin embargo tan diferentes.

La historia se repite, una y otra vez, les invade esa sesacion, pero es buena o mala?, dejavu creo que lo llaman.

Alicia y Mario (adictos)

Cuando menos te lo esperas el miedo vuelve, recaes como una adicta a las drogas, siempre con la esperanza de que esta vez, será la última, que después, te curaras.

Son las cuatro de la madrugada y Alicia le da la bienvenida al insomnio, su teléfono no ha parado de sonar y tiene seis mensajes en el contestador de voz, todos con el nombre de Mario.

Digamos que estamos en un bar de Barcelona, las copas corren a cuenta de Mario y no ha dejado de beber, dos ron con cocacola, tres chupitos de tequila, una cerveza, ha perdido la cuenta, entre el quinto y sexto cubata a pillado el móvil, la cabrona no lo coge, sabe que tiene problemas de insomnio y seguro que está  despierta, sigue sin contestar.

-Vamos, estoi en tu garito favorito compartiendo unas cervezas con unos desconocidos, deja de pensar en el estirado de la uni y sal a tomarte algo. Deja tres o cuatro mensajes más después de ese, todos bastante parecidos.

Supongamos que Alicia ha escuchado todos los mensajes, al escuchar su voz a sonreído,  síntoma de que no puede contestarle. Hay noches más débiles, noches como esta en la que se dejaría llevar y cogería las llaves del coche, se iría al fin del mundo si él lo pidiera. Alicia deja el móvil y se promete llamarle mañana.

Mario se tambalea, va etílico y lo único  que le apetece es una rubia y perderse en esas ojeras que sabe que tiene, toca el timbre dos veces, al tercero abren la puerta.

-Creo que me estoy enamorado. No te asustes, no pongas esa cara, no es de ti, es de Alicia. Las palabras salen de su boca atropelladas.

Digamos que Claudia abre la puerta a las seis de la mañana y se encuentra a un Mario demasiado pasado, balbuceando cosas sin sentido, él, enamorado, no de mí, de una chica con nombre de pelicula.

Alicia sige sin poder dormir, no a podido dejar de pensar en él, en cómo estará, si habrá llegado a casa bien, si estará con la morena de piernas largas que tan loco le vuelve a él y tanto dolor le provoca a ella. Vamos, despierta Alicia, estas con un chico maravilloso, Mario nunca podría hacerte feliz, ya lo ha intentado. Alicia por fin  duerme, son las siete de la mañana y la mentira que ella a creado, esa en la que Mario no duele, es real. Se ha hecho adicta a las mentiras.

Mario y Claudia descansan en una cama de un metro noventa y muchos secretos, hoy, ha sido él quien a gritado otro nombre. Adicto a no sentir nada, a recaído a lo grande, algunas drogas, son difíciles de superar.

jueves, 16 de junio de 2016

Mario

A veces, no sabes dónde te vas a cruzar con el amor, podría ser con un desconocido en la barra de un bar, con tu mejor amigo, con la chica que te sonríe cuando vas a comprar el pan, aquella que te encuentras en el tren yendo a la universidad o en un simple paso de zebra.

Mario se ha despertado sin resaca, y es raro, ayer se pasó bebiendo. Deambuló con una morena de ojos café y el corazón  destrozado por todas las calles de Barcelona buscando repuestas, a preguntas que no se habían hecho. Después la morena de piernas largas se inventa una excusa para irse a su casa y él la deja ir.

Mario esta tumbado en la cama mirando el móvil, el nombre de Alicia le saluda y él lo pilla al cuarto timbre.
-Hola pequeñaja, que pasa? Tenias ganas de oír mi voz tan pronto?
Alicia resopla en el teléfono y le contesta que necessita ablar, que en media hora esté listo y con los pantalones puestos. Quedan en su casa.

Digamos que Alicia es la mejor amiga de Mario, han mantenido esta relacion por mas de seis años, los dos estudian para ser abogados y una noche después de demasiadas copas se enrollaron. Alicia llega a casa de Mario sobre las cuatro y media, él la saluda con una media sonrisa y los pantalones puestos.

-Haber rubita, sueltalo, llevamos más de una hora en mi sofá sentados y no has parado de morderte las uñas, sé que estás  nerviosa. Alicia sabe que Mario la conoze demasiado, con una sonrisa y un poco tímida le explica que ha conocido a alguien, un chico que sube cada mañana al tren y va a la uni de al lado.

Mario no sabe que decir, se ha quedado sin palabras y le ha dado un vuelco el corazón, se siente extraño y un poco celoso, se pregunta cómo será ese chico, si tendrá los ojos verdes cómo ha ella le gusta o un oyuelo cuando sonríe. Le ha empezado a doler el pecho y le cuesta respiar.

Mario se levanta del sofá y manda un mensaje a la morena de piernas largas "oye guapa, en media hora salgo a buscarte". Mira a Alicia, le miente y le dice que se alegra por ella, que haber cuando se lo presenta.

-Ahora, coge y vete, he quedado con una morena que me vuelve loco y si no estoy a tiempo se cabrea. Alicia le mira por un segundo, se levanta, le lanza un beso y sale por la puerta. Mario no podría explicar mejor el sentimiento de vacio que ha dejado Alicia cuando se ha ido detras de ese portazo.

Mario coge las llaves del coche, y se dirije a ver a su morena, esta noche, necessita emborracharse, levantarse con resaca y qué mejor, que con su morena de ojos café  al lado.

-Me importa una mierda el chico de Alicia, se repite. Pero sabe que no, que cuando Mario siente, lo hace de verdad y él nunca se había imaginado encontrar ese sentimiento de la mano de su mejor amiga. Que jodido.

miércoles, 15 de junio de 2016

Mario y Claudia

Un clavo saca otro clavo. Pero digamos que ese clavo queda clavado y el otro no quiere salir.

Suena el teléfono de Claudia por segunda vez esta mañana y piensa que es él. La foto de un Mario muy ligero de ropa le devuelve la mirada. Claudia contesta al tercer timbre, su voz un poco ronca.

-Hola guapo, ahora mismo estaba pensando en ti. La mentira de Claudia sale natural, ella, solo pensaba en un nombre y no era el suyo.
-Tienes mucha resaca preciosa? O te puedo invitar a un cerveza en el centro?. Ella sonríe al teléfono y le dice que la pase a buscar en media hora.

Mario tiene veinticuantro años y estudia para ser un buen abogado, por las noches trabaja de camarero y esta colado por una chica con el corazón demasiado dañado. Mario también tiene un pasado, sabe más  de lo que deberia del amor y a tirado la toalla buscando su felices para siempre. Coge las llaves de su coche, recién  comprado por cierto y se dirige al centro de Barcelona.

Mario llega con retraso y Claudia no se ha arreglado demasiado, un poco de maquillaje, nada de pintalabios y un vestido corto de verano. Mario llega a su casa a menos cuarto y ella está cabreada, no le gusta perder el tiempo.

-Lo siento guapa, vives en pleno centro de Barcelona, había mucho atasco. Le sonríe y sabe que se la ha ganado.

Claudia sige pensando en la llamada de esta mañana, en como se ha vuelto loca cuando ha visto una perdida suya, como a él no le ha dado tiempo de ablar y ella lo ha soltado todo por la boca, él no ha contestado y sin embargo, ha escuchado la voz de otra chica a través del teléfono.

Mario sabe que Claudia ya no esta con él en el coche, conoce esa sensación, irte lejos, recordar algo que duele, y Claudia últimamente tiene esa mirada siempre, la de estar perdida, la de no saber cuando va a encontrarse.

-Oye morena, a dónde te has ido? Te estaba contando como fue la noche después  de que te fueras sin decir adiós, para que lo sepas, tenemos un chupito pendiente. Claudia lo mira y se pregunta como un chico tan guapo todavía la aguanta, quizá  tambien tenga sus propios fantasmas y la entienda.
-Perdona guapo, estaba pensando en dónde  podriamos ir a tomar esa cerveza. Mario sabe que miente, que tiene a alguien en la cabeza, pero le sonríe) y le dice que han abierto una cervecería nueva, que deberían  probar ahí.

Algo nuevo siempre suena bien piensa Claudia, también cree que un clavo saca a otro clavo y que Mario hoy esta muy guapo.

Pero que pasa cuándo un clavo no saca a otro clavo, que pasa cuándo ese clavo se queda clavado y el otro no quiere salir. Bueno, Claudia lo sabe.

martes, 14 de junio de 2016

Héctor y Sofía

A veces el amor araña, desgarra, a veces el amor ahoga, te posee, duele, pero siempre vale la pena.

Héctor se despierta con una resaca inolvidable, e inolvidable fue la noche, estamos a tres de abril, un día menos piensa, estira los brazos y encuentra un cuerpo justo a su lado.

Digamos que Héctor dejó el garito en el que estaba a las cinco i media de la mañana, con una morena de ojos verdes que no paraba de reír, él solo cerró los ojos e imaginó unas piernas largas y gritó otro nombre.

La chica que descansa en la cama de Héctor  se llama Sofía, vive en el centro y esta en rehabilitación por un corazón roto. Ayer salió y se paso de su regla de solo dos cervezas y tres chupitos, al quinto dejó de contar, entonces este chico tan guapo y triste se le acerca y le dice que le recuerda a alguien, ella le sonríe.

-Supongo que tengo una cara común, le suelta con la valentía que únicamente le da el alchol.
-Lo que pasa, morena, es que no puedo dejar de pensar en ella, hoy hariamos cuatro años y no paro de ponerle su nombre a tu cuerpo.

Sofía no recuerda la hora que es, esta cogida de la mano de Héctor y van dirección a un edificio alto y de buena apariencia. Después de eso todo es bastante borroso, algunos besos, unas caricias, el nombre de otra llena la habitación y después el humo de dos cigarros sella la noche.

Héctor se levanta con dolor de cabeza, mira el móvil y ve que tiene tres mensajes y dos llamadas perdidas, ninguno con su nombre. Maldice en voz baja e intenta llamarla.

-Hola, soy yo, en este momento seguramente este ocupada o no quiera hablar contigo, ya sabes que hacer. El contestador se burla de él.

Supongamos que Héctor prepara café para dos y le lleva el desayuno a Sofía a la cama, le sonríe al verla y le pregunta que tal ha pasado la noche. Sofia se sincera y le confiesa que no recuerda demasiado, que se pasó con el alchol y le da las gracias por el desayuno.

El teléfono de Hector suena y a Sofía le entra la curiosidad, él, intencionadamente corre al salón y lo coje al tercer timbre. Sabe que es ella.

-Anoche te vi, era la morena bailando con el camarero, estabas tan guapo, siges fumando, soy una cobarde, lo siento, me entró pánico, verte, tenerte a menos de medio metro, perdona si te lo repito pero estabas precioso.
Antes de que Héctor pueda contestar, Sofía sale de la habitación y lo rodea con sus manos por la cintura.

-Si quieres repetimos lo de anoche, te aseguro que esta vez me acordaré. Héctor  sin decir nada y sabiendo que Claudia lo ha escuchado todo, cuelga el telefono y se da la oportunidad de volver a sentir, de repetir con Sofía algo que no recuerda, esta vez Héctor se ha propuesto no gritar su nombre, todavía le duele el corazón, y más ahora que ha vuelto a escuchar su voz, pero como suelen decir...

A veces el amor araña, desgarra, a veces el amor ahoga, te posee, duele, pero siempre vale la pena.

Claudia y Héctor

Digamos que se llama Claudia.  Ha Claudia le gusta salir después de las doce de la noche, bailar en el garito que está justo debajo de su casa, que la música suene muy alta y que algunas canciones sean sus favoritas. Está colada por el camarero que hay detrás de la barra.

-Una cerveza y dos chupitos de tequila, esta noche hay que celebrar. Su camarero se lo sirve y le giña un ojo.
-Guardame un baile preciosa. Celebraremos lo que quieras.

A Claudia le apasiona bailar y su camarero le ha hecho la promesa de bailar mas tarde. Son las dos de la madrugada y Claudia hecha de menos a Héctor.

Digamos que se llama Héctor. Héctor tiene la mala costumbre de fumar cuando esta nervioso, y últimamente, está nervioso siempre. Ha tenido ha una chica diferente desfilando por su cama y ha todas le ha puesto su nombre. Esta noche ha salido a un garito con unos amigos y esta dispuesto ha ponerse en manos del olvido.

Son las dos y media de la mañama y Héctor  va etílico, se acerca a la barra a pedir una cerveza pero el camarero esta bailando con una morena de piernas largas.

-Oye, cuando acabes con la morena, ven tio, necessito una cerveza, esta noche estoy celebrando.

Claudia se queda paralizada, sabe que es él, se gira lentamente y lo ve, en toda su gloria, con una camiseta gris desgastada y unos pantalones tejanos, sige fumando, y ahora a Claudia le encantaria ser ese  objeto inanimado, su vicio, esa pequeña arma que roza sus labios y se lleva su oxígeno. A Claudia le puede el pánico. Mientras intenta disimular el vértigo que se ha formado en su pecho, le susurra a su camarero.

-Ve, yo voy a retocarme el maquillaje, y de paso invitame a otro chupito. Claudia se escapa por la puerta de atrás, como una cobarde, no puede con el ritmo que ha pillado su corazón y por desgracia ese ritmo no es gracias a su camarero.

Héctor ve a la morena de piernas largas marcharse sin decir adiós, la ve salir corriendo por la puerta trasera y siente como si la conociera, no ha llegado a verle la cara, pero algo le resultaba extrañamente familiar. El camarero le da la cerveza y le sonríe de forma cómplice

-Y esa morena con la que bailabas? Estaba buena, tenia unas piernas.. No me importaria cambiarle el nombre y hacerla mía. El camarero con una mirada extraña lo mira.
-A esa morena no le interesa nadie, te lo aseguro, le rompieron el corazón, brutalmente, ahora sale después de las doce y baila con todos los tios que se parecen al capullo que le hizo daño. A veces, cuando estamos solos, me llama por su nombre, está bastante jodida.

A Héctor se le ha secado la garganta, hoy se suponía que era un día para celebrar, hace tres años que había conocido al amor de su vida y uno que no se veían.

Después de tanto tiempo, si te reencontraras con el amor de tu vida y fueras puesto de alcohol hasta las venas, aunque solo la vieras de espaldas y unos minutos, la reconocerias?

Héctor se pregunta eso desde aquel día.

lunes, 13 de junio de 2016

Carta al amor de mi vida

Esta carta va dirijida al amor de mi vida. Posibles príncipes  azules, verdes o amarillos dejen sus cartas de presentación en cualquier rincón del mundo, ya haré yo algo por encontrarlas.

Querido amor de mi vida, lo primero que quiero que sepas es que tengo pánico al amor, al dolor que lo acompaña y nunca le suelta y a quedarme sola cuándo todo acabe. Así que como podrás ver, no te lo voy a poner fácil, tendré a todos mis fantasmas en alerta y cada vez que mire a tus ojos, me susurraran que ese, el color de tus ojos, no es mi color favorito. Pero no te rindas, por favor, si consiges romper la barrera, entenderás toda la palabreria de cuentos y películas y empezaras a creer en para siempres.

Te aviso que no soy una persona mañanera, no intentes cambiarme, despiertame con besos y un buen desayuno, empezaras a ganarme. Soy celosa, incluso puedes llamarme posesiva, vas a ser el amor de mi vida, tienes que ser inolvidable y sólo mío.

Necessito viajar, de momento, no lo he hecho mucho y tengo pánico a los aviones, pero quiero que quede constancia de que cada pedacito de nosotros recorra el mundo. Necessitamos fotos, muchas, para cuando te eche de menos porque no has llegado a tiempo por culpa del trabajo o tengamos una de tantas crisis que tienen las típicas parejas, pueda ir al rincón de mis recuerdos y empaparme con sonrisas, besos y caricias que han immortalizado esas fotos.

Tendremos que salir, ha tomar algo o a bailar hasta la madrugada, tu con tus amigos y yo con los mios, no necessito peleas inecessarias donde dos borrachos, en este caso nosotros, pelean por quién se quiere más, eso lo dejamos para cuándo llegemos a casa.

Tengo manias, soy desordenada y tendrás que ser tú quien diga el primer 'te quiero', después de eso, dejame a mí todas las primeras vezes. Te llamare mi vida, mi amor, cari, nene o gordo, y en el movil te guardare cómo 'el amor de mi vida', me encanta tu nombre, no te asustes, pero llamarte por él, lo veo demasiado impersonal, manías, ya te lo he dicho.

Bueno, ahora que me conozes un poco, necessito conozerte yo a ti, cuál es tu libro favorito, si te gusta leer, la música disco o si eres más de besos lentos o con lengua.

Todos los príncipes  azules, verdes o amarillos interesados que se presenten, que digan su nombre y sobre todo, qué lleve muchas vocales.

Espero que cambies mi vida

Dónde quiera que estés. Seas quien seas y estés dónde estés, ojalá hoy estuvieras  aquí. Tengo atravesado un 'te necessito' en la garganta y no se cómo gritarlo. ¿Te haces una idea de lo raro que resulta necessitar a alguien que ni siquiera a llegado?. No sé tu nombre, pero me lo invento y le dedico algunas vocales, tus ojos deben imnotizar si me llego a fijar en ellos, también debes tener una sonrisa preciosa para colgarme de ella.

Ven. Date prisa en encontrarme y que no te dé miedo presentarte, yo ya te necessito, ya te estoy esperando. Recuérdame que un día apareceras y no te irás nunca, que ya no habrán más noches en vela, recuérdame que sigo prefiriendo los desayunos en la cama, primero tus besos y después la comida. Ven y pideme que siga, que no me rinda, que siga esperando tu risa para convertirla en mi canción favorita.

Aparece y recuérdame que tengo un cuerpo y mucha alma y no todas estas partes rotas que se reflejan hoy en el espejo, ayudame a encontrarme porque esta extraña que se hace pasar por mí ha olvidado su sonrisa en una cama y no es la tuya.

Quiero que me digas que no me queda bien este disfraz de heroína, que soy más de sonrisas tontas en noches largas, que no me asuste cuando llueva y salga a bailar. Necessito que salgas a la calle y me encuentres, que grites mi nombre y vea que existes, que estás aquí y un día tendré la suerte de besarte.

Que te quiero entero y sigo pensando que en algún rincón del mundo, hoy, hay alguien disfrutando de tus clavículas, de la forma tan tonta en la que tienes de reirte cuándo tocan tus puntos débiles, de ese precipicio que son tus pestañas, del tic en tu ojo derecho y de tus pequeños defectos.

Ojalá estés en algún rincón del mundo pensando que estoy en algún rincón del mundo, esperando a que me quites el nudo de la garganta y cambies mi vida.

miércoles, 8 de junio de 2016

Cosas pendientes

No se como decirte que tengo frío, desde que no estás, tengo frío, por eso escribo de noche y soy adicta al insomnio, no me importa, no me quejo de no poder dormir por las noches, o de tener las ojeras mas bonitas de toda mi casa, simplemente me apetecía escribir un poco sobre tu ausencia y como no se explicarte que vuelvo a tener frío.

Desde que tus manos ya no me sirven como salvavidas tengo frío, la sensación es como un escalofrío leve desde la punta de los pies hasta llegar a la nuca y es entonces cuándo  me acuerdo de ti. Cuándo tengo frío y no estás y ya no se cómo explicarte, que necessito que me tapes por la noche y me susurres al oído que mañana cuándo abra los ojos, me voy a ver reflejada en los tuyos.

Y luego me besas, y ese escalofrío vuelve a aparecer, y a mí que me encanta la sensación me vuelvo adicta. Después te escribo, y te suplico que vuelvas, que el café sabe amargo sin tus buenos dias, te describo como un rompecorazones, con el pelo castaño y los ojos claros, con una risa de niño pequeño y con la mala costumbre de fumar.

Y te evaporas, como el humo de tu último  cigarro, aquel que te fumaste en mi cuarto mientras me decias que necessitavas irte, que te habías cansado de mi poesía y de la forma trágica que tenía de escribirnos

Y ahora, como decirte que tengo frío  sin pedirte que vuelvas, que nos quedaron muchas cosas pendientes, versos, algunos besos y una cerveza en el bar de enfrente.

jueves, 2 de junio de 2016

Siempre habrá un momento


Tú, que siempre dices que da igual lo que escriba e intente esconderlo de ti, siempre va a ver un momento en que lo encuentres, te acuerdes de mi, y yo ya no este, siempre va a estar ese momento en el que pienses si pordias haberlo evitado, con más rosas y algún que otro beso a escondidas o quizá con una balada de los ochenta y una cena en mi restaurante favorito. Y yo, que siempre te he dicho que aveces prefiero un papel en blanco a contarte lo que me pasa, o que nunca me voy a ir del todo, siempre va a ver un momento en el que dude hasta de mis propias palabras, porque vayamos a ser sinceros, nunca nos dijimos muchas verdades, y yo, nunca te dije que tenia cierta tendencia a escapar de las cosas buenas, como tampoco te comenté que mis flores favoritas son las margaritas y no las rosas, que me dan igual los besos a escondidas, prefiero que me vea todo el mundo y que todos piensen que estamos haciendo un escandalo y ha nosotros que nos de igual lo que el mundo piense. La música de los ochenta me tiene adicta y me recuerda a ti, por eso nunca la bailo si no es contigo, mi restaurante favorito tampoco creo que sepas cuál es, sí, tú  piensas que te lo he dicho, que hemos ido miles de veces y hemos pedido siempre lo mismo, pero mi restaurante favorito es tu casa y el plato por excelencia siempre es tu cuerpo. Por eso, cuando mi tendencia a escapar asome su fea cabeza, quiero que vayas al segundo cajón de tu mesita de noche, esa en la que guardas sueños y miles de fotos nuestras, y encuentres ahí  todo lo que he estado escribiendo, no todo es bueno, eso ya te lo digo, pero en todas escribo que te quiero.