martes, 23 de agosto de 2016

00:11

Ya no tengo la costumbre de escribirte, pero este frío, los últimos dias de verano y los recuerdos, hacen que no pare de pensar en ti.

Recuerdo un día en especial, estabamos en mi casa, tú sentado en el sofá y yo escribiendo historias locas en mi portátil. Estaba tan metida en mi mundo que no me di cuenta que llevabas más de media hora mirándome, y te brillaban los ojos, quizás  era el sol qué entraba por mi ventana, pero me lo agencié como mío.

Me susurraste que estaba preciosa mientras creía que nadie me miraba, yo, te sonreí. Después de eso dejamos de hablar, seguiste mirando algún progama de la televisión y yo no paraba de escribirte.

Escribia cosas sencillas cómo tu pelo y la forma tan ridícula que tenía de caer por tu frente, la forma de tus ojos cuando te reias por algo o como me mirabas de reojo y sonreias cuando pensabas que estaba distraída. Te quise mas en ese entonces.

Nunca entendí lo que pasó, quizá fue el frío, los últimos días de verano o esa constante manía tuya de perderte entre otras faldas. Yo, seguí escribiendo.

Escribía sobre como un día te convertiste en portazo y no volviste, en cómo el frío  se había instalado en mí, seguía recordando la forma en que tus ojos me miraban de lejos cuando bailaba con otro y también  escribía sobre como ivas convirtiendote en recuerdo.

Ahora nadie me dice que estoi preciosa cuando no me doy cuenta que me miran, pero sigo escribiendo, escribo sobre la vida, como todo se supera e incluso aveces , te dedico algunos versos.

Como ahora, que el frío se acerca y el verano se acaba, me acuerdo de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario